domingo, 14 de octubre de 2018

El juego del Tiempo

286- /13/10/18

Eran aproximadamente las siete de la mañana, estaba despertando de un largo día de trabajo, los viernes siempre tengo demasiado trabajo y a veces salgo tarde, ayer ademas de llegar cansado tuve que cocinarle a mi hermano ya que si yo estaba exhausto el estaba muerto. 

Dejamos a mi hermano al trabajo, mi amigo conducía y nos dirigíamos al sur de la ciudad, a un pueblo donde la comida rostisada en la mañana es el consumo común del habitante local. De regreso optamos por viajar a Saltillo una ciudad que se encuentra a cuarenta y cinco minutos de la ciudad, dije, es muy temprano tenemos tiempo, porque no?....

Ya en Saltillo visitamos dos museos, la Katrina y la Casa de Muñecas, museos muy pequeños y con demasiados detalles por mejorar. Todo parecía normal hasta que se me ocurrió la genial de avisar a una amiga que ya estaba en Saltillo, nosotros ya nos íbamos a regresar a Monterrey, eran las dos de la tarde, teníamos hambre y había muchas cosas que hacer pero necesitaba verla, conocerla y al menos tomar su mano. 

Ella se encontraba en Torreón, era un viaje de Saltillo a Torreón de dos horas y media, ya de Torreón a Monterrey son cerca de cinco horas, siento que abuse de la confianza de mi mejor amigo pero de verdad necesitaba verla, conocerla, escucharla, sentirla, mirarla a los ojos, ver que todo esto no es una mentira. 

La búsqueda comenzó, emprendimos el viaje, cruzamos la carretera a mas no poder, cruzamos a ciento sesenta kilómetros por hora, esquivamos tantos autobuses, casi nos estrellamos en una curva pero no me importaba nada, solo quería ver. Jamas en mi vida me sentía tan egoísta pero no me importaba nada. 

Ya eran las cuatro con cuarenta y cinco minutos y estábamos entrando en Matamoros Coahuila, ya casi llegábamos al destino, hasta que me envía un mensaje cambiando la ruta del punto de encuentro. En ese momento pensé que no iría, que se estaba arrepintiendo. Pero no, llegamos a la plaza mayor y la vi en automático, literal mi corazón se quería salir de mi boca, era tan perfecta, era mas hermosa en persona que en sus fotografías. 

Ella estaba conversando con una persona adulta, la platica era muy amena, no quise llegar y estropear la conversación, mi amigo decidió ir a ver las estatuas de la plaza respetando mi espacio. Le marque por teléfono a la chica y efectivamente era ella., me dijo ven estamos en la banca. La señora de edad avanzada decidió irse para darnos espacio también lo respetaba y se lo agradezco demasiado. 

Fue en ese momento donde ella no me miraba, la sentía indiferente, estaba cansada de caminar me había dicho en sus mensajes. Le ofrecí un refresco y no quiso, le ofrecí invitarla a comer y tampoco quiso, en ese instante entendí que no era ella esperaba de mi, me dice que la acompañe a la tienda de autoservicio, se prepara un hotdog y la veo comer mientras platicamos de cosas superficiales. 

Después de casi conversar eran las seis de la tarde con treinta minutos, ya debíamos irnos conversamos por cuarenta minutos que para mi fueron como cinco minutos. La invite a mi fiesta de cumpleaños y dijo que no podía pues regresaba a su ciudad natal el martes, le ofrecí llevarla a su casa antes de irnos y dijo que temía a que la secuestrara, eso me hizo sentir tan mal que a mi ver toda la confianza que había tenido en ella se fue al carajo, todo se fue a la mierda. 

Al final decidió  ir al museo de la casa de la moneda, por cortesía le ofrecí llevarla pero no quiso, decidió caminar. Jamas me había sentido tan mal en toda mi vida. Nos saludamos de mano y le di la espalda buscando a mi amigo para regresar ya que nos esperaba un viaje de cinco horas. 

Mi amigo noto que venia decepcionado, triste, enojado y creo que con el orgullo roto. No volveré a ver a nadie que no sea de mi ciudad, ya no perderé mi tiempo. Si en algun momento llegaras a leer esto te agradezco el tiempo dedicado. El viaje de regreso duro cuatro horas y cincuenta y cinco minutos. Fuimos a un bar con mi hermano y mi cuñada, brindamos por el futuro y yo brinde en mi mente por el juego del tiempo.